En la factura de la luz se pagan varias cosas diferentes. Por un lado, la potencia contratada, que se paga por kW, y por otro, la cantidad de energía consumida, el impuesto de la electricidad, el IVA (10% del precio final de la factura) y el alquiler del contador, completando el total de la factura.

Para mantener la distribución y el transporte de la energía, el gobierno nos hace pagar un peaje en función de la potencia y la distribución horaria. El impuesto sobre la energía es un impuesto que deben pagar todas las personas que consumen electricidad de la red.

Sin embargo, si el contrato es de libre mercado, se pueden pagar otros tantos suplementos, como los servicios, el seguro…

Dependiendo del tipo de contrato, el periodo de pago de la luz puede ser diferente, siendo de uno o dos meses.

Es un número llamado CUPS y siempre será el mismo aunque se cambie de contrato o de comercializador. Comienza con las letras ES, sigue con 16 números y termina con 2 letras. Se suele utilizar para contactar con el proveedor ante cualquier problema.

Aunque no se utilice la electricidad, es un gasto que se paga exactamente igual por la llegada de la energía a casa. Suele depender del uso de casas, negocios o dispositivos, y normalmente oscila entre 3.3 y 4.6 kw pero puede ser mayor o menor.

El gasto de potencia puede calcularse mediante las siguientes ecuaciones: Potencia = Nº de kW contratados* Precio por kW* Nº de días de factura Ejemplo = 3,5 kw* 0.1311 €/ kw* 30 días = 13.77 €

En este caso la energía consumida vendrá en kWh, según se haya utilizado en ese intervalo de la factura. Después un kWh tendrá un precio fijo y multiplicando por él se obtiene el gasto en energía consumida.

Energía consumida = Cantidad de kWh consumida* Precio de un kWh Ejemplo: 275 kWh* 0,1243 €/ kWh = 34,18 €

Es importante saber, además de la cuantía del consumo, cuándo lo consumimos. Ayuda a elegir una tarifa u otra y hay tres tipos:

Normal: tiene un precio único para las 24 horas del día y para los 365 días del año. Ideal para quienes realizan el gasto diario de forma regular.

Separación horaria: Tiene un precio más elevado en horas punta y menor en las normales. Adecuado para los que saben cuándo consumen más electricidad.

De tres partes: tiene precios diferentes según el día y la hora de la semana; distingue las horas punta, las normales y las de poca actividad, fijando el precio de mayor a menor.

A veces la potencia que tienes contratada y la que realmente necesitas, no coinciden y eso tiene la consecuencia de pagar más de lo necesario -o demasiado-. ¿Cómo calcular la potencia que necesitas? Utiliza la siguiente fórmula:

kW total de tus electrodomésticos x 0,25 + 1 kW = Potencia real que necesitas

Otra opción es que si estás inscrito en la plataforma DATADIS podrás analizar los máximos de potencia de todo el año y ver cuál es la potencia más adecuada (siendo el valor máximo de todo el año).

Si la potencia calculada es inferior a la que aparece en tu factura, puedes reducirla poniéndote en contacto con tu comercializador. Para realizar esta operación tendrás que pagar 9,04 €+ IVA (es un precio estándar).

El sistema de tarifa horaria permite contratar una potencia para las horas punta; y otra para el resto de día.